El declive del turismo convencional: explorando alternativas experienciales en Colombia
"Hay gente que viaja para coleccionar sitios, postales, cientos de fotos digitales, viajan para llenar una estantería de guías de viaje. Otros simplemente viajamos para experimentar sensaciones; pero para experimentar, es necesario recuperar la capacidad de contemplar, de vivir, de sentir. PORQUE LO PEOR QUE TE PUEDE SUCEDER EN UN VIAJE, ES QUE NO PASE NADA. Porque viajar es descubrir cosas, empezando por uno mismo."
Lo más común al viajar es encontrar mapas de la ciudad que se está visitando. En ellos se localizan los lugares primordiales para conocer. Lo particular radica en que la mayoría de estos puntos son museos, iglesias, parques y monumentos. Al fin y al cabo, son atractivos turísticos pasivos.
¿Qué significa que sean pasivos? Son atractivos que, cuando los tenemos al frente, solo podemos observar. No es posible interactuar con ellos. Solo se pueden conocer a través del sentido de la vista. De esta forma, la imagen suplanta al monumento y al lugar.
La ciudad se transforma en quimera. La curiosidad se satisface mirando superficialmente. En consecuencia, se genera desmotivación por la cultura. Conocer la historia se vuelve artificioso. También existe dificultad para establecer un vínculo real, tanto con los espacios como con las personas.

El turismo convencional y su impacto
Esto lo podemos llamar turismo convencional. Si bien este concepto está asociado a la tradición, también se relaciona con lo poco original. El turismo convencional está devaluado. Forma parte de lo común y corriente, de lo habitual. Se correlaciona muy bien con el turismo de masas. Este tipo de turismo genera congestionamiento y colapso. Además, provoca una sobresaturación en la capacidad de carga de los atractivos turísticos. Siempre se visitan los mismos lugares.
Si el turismo convencional domina nuestros viajes, habrá una escasez de experiencias reales. Esto se debe al consumo constante, el movimiento regulado y los tiempos programados. El mundo turístico se ha convertido en un espectáculo que vende. Es un negocio, como un Disney de la vida real.

Quienes buscan una interacción real, una inmersión efectiva, quienes prefieren no esperar que las experiencias ocurran o lleguen, siempre va a existir una alternativa. Como su nombre bien lo dice, es el turismo alternativo que cada vez se ha vuelto significativo y conveniente en todo el mundo. Una vez más, hacemos una invitación a explorar estas opciones valederas que ofrecen extraordinarias experiencias, fascinantes historias y prácticas que hacen sentirse vivo.
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