El mes de más pachanga en Colombia es también el más esotérico del calendario. Escoja sus rituales de fin de año, que no le falte la buena onda y los anhelos
Despedir un año en Colombia es una fiesta de un mes. Todo diciembre está cargado de sensaciones encontradas: balances, propósitos y cierres de fin de año y rumbas, encuentros y comidas sin control. Es el mes de la parranda y la nostalgia, de goce familiar en el que se llora a los ausentes. Como un mini fin del mundo en el que queremos llegar a casa o estar con quienes representan el hogar. En todo caso, es el momento de unión con lo que sentimos necesario y que nos prepara para nuevas oportunidades sobre la Tierra. Por ello, en nuestro país, amante de las tradiciones, los rituales de fin de año no pueden pasar desapercibidos. Al menos uno de los que mencionaremos a continuación se cumplen en cada casa.
¿De dónde salieron los agüeros de año nuevo?
Encontrar el arranque de los agüeros colombianos puede llevarnos hasta Grecia con la confección del oráculo. La misma palabra, agüero, comparte su raíz latina con augurio, y son anuncios o presagios de acontecimientos del porvenir[1]. Augurium o «escuchar las aves» tiene su adaptación hasta en sueco, en más de 18 lenguas. Pero eso sí, el picante que le hemos puesto a las señales y cómo ejecutarlas en rituales de fin de año no tiene igual.
Elija los agüeros colombianos
Los rituales para recibir año nuevo son muchos, algunos de ellos se reúnen en varias acciones. Le damos el paso a paso para su ejecución. Primero, vaya a la plaza de mercado más cercana en busca de hierbas. Siete yerbas amargas para la limpieza, siete yerbas dulces para la protección y espigas de trigo. En el país de las flores y las plantas, cada una de ellas está asociada a poderes sanadores o perjudiciales. No podían escaparse a las tradiciones para el año nuevo.
Una vez llegue a su casa, ponga a sonar unas buenas canciones de fin de año. Aconsejamos transitar entre Corraleros de Majagual, Billo’s Caracas Boys, Los 50 de Joselito, Pastor López y Los Hispanos. Una joya que esperamos que no olvide es el soberbio Asalto navideño de Willie Colón y Héctor Lavoe. Chequeada la ambientación de la farra, que puede mejorar y adecuar a su gusto —si en algo somos expertos es en sabrosura—, vamos al aseo.
¿Cómo seguimos los presagios?
Sí, además de bailadores, limpios. Colombianx que se respete le gusta andar aseadx y perfumadx. Creemos que nuestro hogar es reflejo de nosotrxs, así que limpiamos al son de la música. La casa debe estar impecable para recibir el nuevo año con la mejor disposición. Lave la morada con las hierbas de la plaza, inicie con una pasada de las amargas: ruda, abrecaminos, eucalipto o romero. Lista la purificación de las primeras, pase a enjuagar con las dulces: menta, hierbabuena, manzanilla, albahaca o canela. Esa operación la puede repetir en su cuerpo al momento del baño, mejor aún si lo hace el 31 de diciembre.
Hecha la desinfección y amparo del cuerpo y el alma, pase a alimentarlos. Prepare, compre o encargue natilla, buñuelos y tamales; acompáñelo con chocolate o masato. Eso para la previa o para las onces con los cercanos. Para Nochebuena y Nochevieja tenga listo el sancocho o la lechona; si desea ponerse internacional, aliste el pavo o el pollo relleno y la ensalada. De sobremesa ajuste con un vino, si prefiere, destape de una la de aguardiente o la de viche para el brindis. Como sea, reúnase con sus amados, eso le garantizará amor, prosperidad y bienestar todos sus años.
Otros 10 rituales para año nuevo
- Ubique la espiga que compró en la plaza en su mesa de comedor para que no le falte la comida.
- Limpie las energías de su casa con sahumerio y palosanto.
- Dese un gustico vanidoso y compre el estreno para recibir los regalos navideños y los 365 días con una pinta bacana.
- Escriba una lista con sus propósitos e intenciones para que las tenga presente y las persiga.
- Póngase ropa amarilla: sean los cucos o las medias, úselos para la abundancia.
- Guarde en este monedero las lentejas para su prosperidad y estabilidad económica, use el mismo monedero todo el año.
- Encienda velas pensando en los cambios que anhela y los proyectos por los que trabaja.
- Cómase 12 uvas y pida un deseo en cada una. Algunos dicen que es mejor 12 minutos antes de la medianoche, otras prefieren con los campanazos 5 minutos antes del fin de año.
- Dele una vuelta a la manzana con la maleta a las 00:00 del 1 de enero para que viaje mucho.
- Visite un lugar nuevo de Colombia a lo largo del año o, mejor aún, finalícelo allí para que la belleza lo acompañe siempre.
Si se quedó alguno por fuera, cuéntenos más rituales de fin de año
No, no olvidamos uno de los más queridos: los muñecos de año viejo en Colombia. La tradición de hacer muñecos con trapos, ropas viejas, aserrín y paja, y quemarlo a las 23:59 del 31 de diciembre es emblema nacional. El símbolo de la quema es renacer con el cambio de calendario y eliminar todo lo malo del que acaba de pasar. Con el paso del tiempo se ha actualizado las dimensiones de él. Antes alcanzaba el tamaño de un adulto promedio colombiano, ahora ha sido reducido a figuritas del tamaño de la mano. Esto se debe a que antaño contenían pólvora y se ha hecho el intento de extinguir su uso casero. Como las tradiciones pesan, los voladores, los volcanes, las chispitas y los totes se siguen quemando, también son rituales, aunque se escuchan cada vez menos.
En el rastreo de los rasgos que compartimos como humanidad encontramos los ritos. Tan antiguos como nuestra existencia, todo aquello que se use como símbolo de principio o fin se topa en todas las culturas. Así pues, los rituales de fin de año se conviertieron en códigos con origen, sentido, sacralidad y propósito. Su relación con las transformaciones y los comienzos hacen que estén presentes en todo el mundo. Degústelos siempre para que le dé sentido a su cambio de calendario, especialmente si puede vivirlos en Colombia.
[1] Para más historia de profecías: https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/diciembre_05/19122005_01.htm
Escritora: Laura Campo